2.15.2013

"Hay vida después del contenedor"

http://www.actividades-mcp.es/gestionresiduos/2013/02/cinnamon-art-hay-vida-despues-del-contenedor/
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Cinnamon Art: “Hay vida después del contenedor”

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Idoia Osés es el alma mater de la iniciativa Cinnamon Art, que desde hace 10 años trabaja en Navarra creando piezas únicas a partir del mayor número de materiales reciclados que se pueda. Se siente feliz con su forma de vida. “La energía sin pilas” que le produce crear y el convencimiento de que “hay vida después del contenedor” es lo que le permite seguir adelante incluso cuando los elementos se ponen en contra. Ha participado en varias iniciativas de talleres de reciclado creativo de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona y hemos querido conocer más a fondo en qué consiste su trabajo.

¿Cómo definirías el trabajo qué haces?
Cinnamon Art comenzó con la idea de “¿qué hacer con algo viejo o en desuso, antes de tirarlo?”, así que mi trabajo lo definiría como “mezcla y fusión de materiales reciclados para transformarlo en Diseño Sostenible”. Mezclo y fusiono materiales reciclados con múltiples técnicas, con el objetivo de conseguir algo que parece poco probable en tiempos modernos: crear piezas únicas. Creo que hay una necesidad de cambiar los conceptos que nos han dado como establecidos. No me considero conformista.

Además de tu labor de diseño de piezas recicladas ¿qué otras actividades relacionadas realizas?, ¿de cuál te sientes más orgullosa?
Además de realizar diferentes piezas con materiales reciclados, realizo talleres de reciclaje creativo para diferentes colectivos, escaparatismo reciclado e intervenciones artísticas en espacios públicos. También participamos en ferias de reciclaje, ferias de consumo responsable y ferias de trueque por diferentes ciudades. Todos los proyectos que llegan a un buen puerto me hacen sentir orgullosa, pero en especial me siento satisfecha de los talleres de reciclaje y transformación de objetos, en los que pongo en manos de los alumnos incontables materiales recuperados, para enseñar y experimentar con ellos. Las expresiones de las caras de los participantes, los agradecimientos y los momentos que se viven en los talleres de reciclaje son muy emocionantes.
¿Dónde y cuándo surge tu interés por el reciclaje creativo?
Mi interés surge de diferentes experiencias vividas en distintos ámbitos que me hacen reflexionar sobre la poca coherencia económica y social, en la que nos vemos todos inmersos: la cultura del usar para tirar. También me ha preocupado mucho la obsolescencia programada, contra la cual no podemos hacer nada porque está en esferas muy altas, pero contra la que podemos enfrentarnos para darle la vuelta de una manera u otra. También surge de la idea de que todos somos individuos únicos, sin embargo compramos o vestimos producciones en serie, clónicas e impersonales, empobreciéndonos a nosotros mismos. No ha sido una trayectoria fácil, ya que había muchos elementos en contra, porque parecía una propuesta fuera de momento.
¿Con qué materiales has trabajado? ¿Hay alguno que te guste especialmente y por qué?
He trabajado con más de 30 materiales diferentes: desde plásticos de todo tipo, a restos textiles, metálicos, orgánicos e incluso productos de electrónica. La lista es innumerable. Tengo un especial cariño a los neumáticos de bicicletas de niños, entre otras cosas por ser uno de los primeros materiales con los que comencé y con los que diseño bolsos realmente curiosos, divertidos y muy cómodos.

"El sabor de la sandia" Bolso realizado con neumático de bici de niños

Bolso realizado con cinturones de seguridad de vehículo, detalles de neumático trabajado y pintado.
También, los cinturones de seguridad de automóvil porque me han seguido desde el principio, cuando los utilizaba como asa de los bolsos. Con el tiempo he avanzado y desarrollado este proyecto, a través de la colección Safety, con la que llevo tiempo trabajando tanto ropa como complementos.
Por otro lado, el plástico en toda su extensión es un referente importante en los talleres de reciclaje creativo. Trato de implicar a los participantes en su utilización ya que llevamos casi un siglo de producción y si miramos a nuestro alrededor, todo es plástico y hace un mal irreparable a océanos, mares, ríos, animales y toda la cadena alimentaria.
¿Difiere mucho el proceso creativo que llevas a cabo con el que desarrollarías en el caso de no trabajar con material reciclado? ¿Dónde encuentras los materiales?
Sí difiere. El proceso creativo son muchas horas de trabajo e ideas, en muchas ocasiones difíciles, hasta llegar a encauzarlo hacia lo que quieres conseguir. Además, cuando trabajas con materiales reciclados, hay que ir a buscarlos y no siempre encuentras lo que buscas por lo que hay que insistir en volver y volver. Después está el transporte, limpieza de cada material, para después organizarlos y a partir de eso pensar qué hacer para crear algo nuevo.
Además, la basura cuesta cada vez más dinero y esfuerzo encontrarla. Ahora se vende todo, cinturones de seguridad en desguaces, cámaras neumáticas en empresas de recauchutados, chapas de refrescos por internet, etc.
¿Hay alguna pieza/colección a la que le tengas un especial aprecio?
Todas las piezas son únicas y especiales para mí. Tengo especial aprecio por las obras “El Mar nos lo devolverá” y “El Canto del agua”, ambas relacionadas con el agua y los residuos.

"El Canto del agua" El tocado de la sirena realizado con tres vinilos y una bola de poliestireno expandido con nacar turquesa, se hornearon para conseguir una ostra con un gorro de natación

"El Mar nos lo devolverá" realizada con residuos de azulejos en la que se ha insertado una tapa de refresco y una botella de plástico
Uno de mis mayores intereses desde muy pequeña es el agua, al igual que el planeta. Somos tres cuartas partes de agua, abrir el grifo y beber o ducharme me parece una sensación maravillosa, reconstituyente y necesaria. El mar o andar por las piedras de un rio con mucho caudal son para mí experiencias maravillosas, aprendí a nadar con menos de dos añitos y me preocupa muchísimo la privatización que están haciendo grandes empresas en todo el mundo del agua, las cuales pretenden que con el tiempo bebamos solamente de envases de plástico y sea un producto de lujo. También estoy muy orgullosa de la colección Safety, ropa y complementos con cinturones de seguridad de vehículos.
¿Cómo valoras la respuesta de la sociedad hacia el tipo de trabajo que realizas? ¿La gente compra más o menos por ser un objeto conseguido a partir de material reciclado?
Cuando comencé la valoración era muy pobre. A la gente le parecía entre locura y una pérdida de tiempo. Les parecía que nadie valoraría las piezas, ni pagarían por ellas por ser un producto con materiales reciclados. Todavía no veían una posibilidad de futuro, ni valoraban el trabajo de recuperación, limpieza y diseño único que había en ellas. Hoy en día este concepto está tomando otra dimensión. Hay personas que le ven un valor añadido y lo compran, por ser un producto reciclado, además del diseño. Estas personas a su vez suelen plantearse muchas cosas en torno a la producción en serie, sin intereses ni por el planeta ni por sus habitantes.
¿Qué salida comercial tiene este tipo de objetos?
El reciclaje ha tenido malos momentos. Hace años, se despreciaba y con la llegada de la crisis también nos ha tocado vivir tiempos duros. Sin embargo, me considero una persona no conformista, luchadora y constante. Estamos abriendo un futuro con buenas perspectivas, aunque hay un largo camino que conseguir, necesitamos apoyo económico para que la gente siga investigando e innovando en este terreno y animar a nuevas generaciones para que sean más creativos respecto a los residuos, energías, bio-construcción y nuevos trabajos verdes.